miércoles, 27 de junio de 2012

La cárcel de papel.






Durante  cinco  años  había estado aguardando este día. Las  leyes  le habían  aislado en la cárcel de papel. Condena sin fecha fija de cumplimiento y sin  redención asegurada; durante todo ese tiempo (vaivenes del destino, vida que va y viene) estuvo acompañado en todo momento  por ambos.
En la cárcel de papel, observando cada día su cara, reflejo de su inquebrantable ánimo y de su brillante intelecto, pasaban lentamente las hojas.

Le vió salir, le miró a los ojos y le espetó la pregunta que había estado esperando hacer durante tanto tiempo: -¿"qué tal"?
Sólo entonces, sonriendo con esa humildad adquirida en la escuela de la sabiduría,  que acrecienta sus abundantes  méritos,  emitió dos palabras.

    - Puede ser.

Él creyó firmemente en ellas y también sonrió abiertamente mirándose en el brillo de sus ojos. Puede ser. En cualquier otro, un asomo de duda; en él un asomo de certeza.

Ya de vuelta, ( música de los  setenta,  Brincos, Bravos, Christie ) la esperanza cobró forma de cierta seguridad, al ritmo de Simon $ Garfunkel que ambos corearon, él desafinando, y el recién liberado de la cárcel de papel, con la brillantez propia del diletante aventajado.

La suerte está echada.


Orense a tantos de tantos.

10 comentarios:

  1. Es inevitable, aún sabiendo que el resultado estético justifica sobradamente tal retórica, es inevitable, digo, intentar descubrir qué figura encierra tan brillante e intimista circunloquio. Por ello he releído el texto con la devoción que corresponde y presuponiendo sucesivamente varias opciones y así he ido sintonizando con nuevos matices que invitaban a su vez a nuevos caminos por explorar. Sugerente.

    No sé si tal efecto esta en tu intención, pero sí he de decirte que el resultado es especialmente atractivo. Posiblemente un provocador y refrescante paseo veraniego por la memoria a través de aquel otro tiempo en el que se confundió lúcidamente el despertar, la espera y la esperanza.

    Dicen que en la vida prevalecen algunos pocos momentos que recordar, quiero imaginar que aquí insinúas tal vez uno de ellos.

    Magnífico regalo literario, Cesar.
    Buen verano.
    Y un cordial saludo.

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    1. Eres demasiado indulgente con mis pocos méritos, FJavier. Estoy aguardando noticias para cuadrar el jeroglífico que presento. Me confirmas que acerté desde la incertidumbre . Es simplemente la expresión de un sentimiento futuro,que acumula ingentes cantidades de pasado, que de producirse, resultaría uno de esos acontecimientos, que sin tener su sede en la infancia, recuerdas de por vida. Si el Gobierno no lo impide.
      Saludos y felices vacaciones.

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  2. Ave César!!

    Qué miedo de foto!!...demasiados libros!!...y...y todos llenos de palabras ya dichas. Yo los uso mucho con Othar: con las tapas le decoro el establo y con las letras...lo someto al pasado para que no sepa soñar con nada nuevo. Acabaré, sin duda, nombrándolo Senador o Diputado..como el mardito romano aquel!! ;)

    Saludos!!

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    1. Cualquier cosa me parece bien; todo lo merece Othar, pero por los dioses paganos, por todos los dioses, que no paste en los libros, que tienen veneno!

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  3. Todos los mundos, nosotros lo somos, contienen una parte sólida, capaz y audaz. Una parte que impide que nos partamos cuando la vida golpea duro el costado de la muerte que nos habita. Una parte que es un todo desatendido por rebelde, incomprendido por preciso, indecoroso por esa naturaleza escatológica de que hacen gala los siempre recién resucitados. Un todo digo que apenas es nada y que sin embargo lo es todo, y en esa medida nos acompaña liviano en el duro trance de tejer lastres, gritándonos cuando ya en nuestra garganta no hay lugar para el grito, animándonos cuando nuestro ánimo está aterido.
    Creó César que hablas de esa parte tuya, a la que aún le puedes preguntar de vez en vez ¿qué tal? sabiendo que solo él te puede responder ¿puede ser? Porque en el poder está el ser. Es, decir, más, que “pienso luego soy”, define, soy porque puedo. Pensar te da la sensación de ser, tal vez exacta. Hacer te permite palpar su inexactitud sin ningún género de duda.
    En estos tiempos quién no agradece retomarse en esa parte dedicada a tareas menores como las de instruirse en oficios que no ofrecen rentabilidad. Esa parte capaz aún de dar sentido a la vida aunque no sea más que en el coraje de saberte capaz de encararla.
    La suerte está echada, no hay vuelta atrás porque nunca la hubo, pero para andarla nada mejor que eso que en lo habitual solo somos algunas tardes de domingo.
    La posibilidad y el ser, hermoso y sugerente relato, del que he aprendido esto que te cuento amigo.
    Tiene algo de “La casa de Asteiron” de J.Borges y un mucho de Rilke:
    “Oh, éste es el animal que no existe.
    Ellos no lo sabían y con todo
    -sus andares, su porte, su cuello,
    hasta la luz de su mirar callado- lo amaron.

    Es verdad, no existía. Pero porque lo amaron llegó a ser
    un animal puro. Dejaban siempre espacio.
    Y en el espacio, claro y reservado,
    levantó levemente la cabeza y apenas necesitó

    existir. No lo alimentaban con grano,
    únicamente con la posibilidad de ser.
    Y ésta le dio tal fuerza al animal

    que de su frente salió un cuerno. Un solo cuerno.
    A una doncella se acercó él, blanco,
    y fue en el espejo de plata y en ella.
    Eso somos en el fondo y en la forma, otra cosa muy distinta es lo que paseamos en las formas con que nos deformamos, a fin de ser no posibles solo predecibles a nuestro alrededor.

    Recibe un fraternal saludo.

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    1. De todo lo que insinúas hay. Pero otro personaje es el protagonista, con muchos más méritos que yo. Un personaje al que una frase, un artículo, una ley mal comprendida puede dejar a los pies de la rueda. Por la respuesta de abajo conozco que conoces.

      Gracias por tu tiempo que queda plasmado e indeleble para nuestro deleite.

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  4. El laberinto del aspirante, del opositor, arduo, puro y verdadero, eso se atisba lejos de lo meramente literario.
    Extraviado en esa suerte de galerías esperan los hombres un merecimiento que nada tiene que ver con lo que merecen.
    Que la suerte te sea favorable.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  5. Ha sido una fuerza interior la que me ha empujado a exteriorizar prematuramente aquello que mi pudor debería guardar; pero somos humanos y necesitamos asirnos a la esperanza. Y como humanos, también algo supersticiosos. Y decimos sin decir, por miedo a que alguien, con poder para ello, se desdiga de todo lo dicho.

    Laberinto que aconsejaría transitar a muy pocos.

    Agradezco enormemente tu esfuerzo de comprensión.

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  6. Yo he vuelto de un espeso que me pierdo entre sus letras caballero y me quedo muda así que aprovecharé para dejarle besos y retirarme discretamente

    Un beso

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